Una mamá compartió en sus redes sociales una historia que podría habernos pasado a cualquiera. Jodie Norton se despertó un día sintiéndose mal, decidió ir al hospital, pero como no podía dejar a sus cuatro hijos solos en la casa, los llevó con ella.
Le llamó a un amigo para que fuera al hospital para quedarse con sus pequeños mientras ella estaba con el médico, pero lo que no sabía es que su amigo llegaría 40 minutos más tarde, porque se encontraba lejos del lugar. Jodie entró a la sala de emergencias y dejó a los más grandes (de 10 y 8 años) en una banca afuera del hospital para que esperaran a su amigo.
Durante ese tiempo, tres desconocidos intentaron que los niños se metieran al baño junto con ellos. Los extraños les dijeron que necesitaban su ayuda para convencer a uno de sus amigos de que saliera del baño y dejar que el doctor lo examinara. Los niños no se dejaron engañar, todo el tiempo les dijeron “no gracias” hasta que desistieron.
Los niños supieron qué hacer porque ella les enseñó el concepto de “personas sospechosas”. Éstas no son necesariamente todos los desconocidos. Así que es importante que hables con tus pequeños siempre sobre los peligros y las personas malintencionadas, no deben confiar en nadie y decir siempre “no”.
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