jueves, 13 de octubre de 2016

Origen del pan de muerto

Todos, y más que nadie los niños, esperamos con ansias celebrar el Día de muertos para disfrutar de las tradiciones que envuelven la fecha. Y sobretodo: deleitarnos de un delicioso pan de muerto y acompañarlo con un chocolate muy calientito.

 

¿Pero te has preguntado de dónde viene la tradición de hacer pan de muerto? Ya sabemos que el Día de muertos lo celebraban diversas culturas prehispánicas, pero en aquel entonces ellos no elaboraban pan. Entonces, ¿de dónde proviene el pan de muerto?

 

El pan de muerto representa un sacrificio humano

 

Nuestros antepasados solían hacer sacrificios humanos en honor a los dioses. Era común que ofreciera a una princesa en sacrificio, a la cual le extraían el corazón para depositarlo en una olla llena de amaranto. Posteriormente, los sacerdotes mordían uno por uno el corazón en señal de agradecimiento a sus deidades.

 

Con la llegada de los españoles, los conquistadores rechazaron todo este tipo de prácticas. Para suplantar la tradición de los sacrificios, elaboraron panes de trigo en forma de corazón bañado en azúcar pintada de rojo, la cual simulaba la sangre de la doncella. Fue así como surgió el pan de muertos.

 

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El placer de comer muertos

 

En el libro Azucarados, afanes, dulces y panes, Luis Curiel Monteagudo comenta: “Comer muertos es para el mexicano un verdadero placer, se considera la antropofagia del pan y azúcar. El fenómeno se asimila con respeto e ironía, se desafía a la muerte, se burlan de ella comiéndola”.

 

La forma del pan de muerto

 

Como te habrás dado cuenta, el pan de muerto ya no se parece a un corazón, sin embargo, en su forma redonda se pueden ver dos franjas que lo atraviesan y un círculo en la parte superior. La franjas representan los huesitos de los muertos y el círculo, la cabeza o calavera.

 

Sin embargo, en lugares como Mixquic o Tepoztlán siguen elaborando pan de muerto como figuras más definidas, que pueden ser antropomorfas o de animales.

 

Como verás, el origen del pan de muerto está lleno de un siniestro simbolismo. Sin embargo, esto jamás impedirá que nos deje de saber delicioso.

 

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