miércoles, 26 de octubre de 2016

¿Miedo al Halloween?

Para muchos, la festividad de Halloween resulta realmente divertida y a los niños les encanta vestirse de monstruos para pedir calaverita. Sin embargo, no es así para todos, especialmente para los que padecen Samhainofobia: el miedo irracional y atroz a la fiesta de Halloween.

 

El origen de esta fiesta se remonta a las llegada de los irlandeses a América, que celebraban la fiesta de Samhain (el año nuevo celta), que se mezcló con las fiestas cristianas y dieron como resultado esta celebración llena de disfraces, juegos, espantos y dulces.

 

Las personas con samhainofobia le temen y se sienten amenazados con todo lo relacionado con la fiesta de Halloween: no soportan la decoración, la música, los disfraces y los sustos o bromas que se realizan para estas fechas. Cada uno de estos detalles acentúan el miedo de los samhainofóbicos.

 

Aunque sea bastante extraña, la samhainofobia está estrechamente relacionada con fobias a elementos vinculados con la celebración del Halloween, tales como la espectrofobia (miedo a los fantasmas), la oscuridad (nictofobia), a los gatos (ailurofobia) a los cementerios (coimetrofobia) y a las arañas (aracnofobia).

 

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¿Qué provoca la samhainofobia?

 

La emoción más frecuente en los samhanofóbicos es la ansiedad. Tan pronto como las personas observan la decoración, comerciales o costumbres relacionadas con el Halloween, esperan a que esta celebración acabe lo más pronto posible.

 

Otra de las reacciones es el miedo a la muerte. Según creencias, Halloween es la fecha en que los muertos regresan al mundo de los vivos, y también es una fecha que les recuerda que la vida sólo es una transición.

 

La samhainofobia también puede ser ocasionada por traumas y malas experiencias, o por recuerdos de películas de naturaleza oscura y violenta.

 

Si a alguien de tu familia no le agrada la celebración de Halloween, evita forzarlo a festejar esta fiesta, especialmente si es un niño. Lo mejor es comprender y escuchar qué le ocurre.

 

Si a tu hijo no le gusta el Halloween, hay diferentes actividades que pueden disfrutar para estas fechas, como asistir a las ofrendas de Día de Muertos o poner su propia ofrenda en casa.

 

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