jueves, 6 de octubre de 2016

La sonrisa de un hijo pone las pilas a la madre

Jamás me olvidaré de los despertares de mi hija cuando aún era un bebé. Era el momento más bonito de todo el día. Primero se movía, luego estiraba los bracitos, las piernas, y al abrir y coincidir sus ojos con los míos, me daba una sonrisa de oreja a oreja, y era como si me revistiese y me alimentase de energía y de alegría, y me pusiera las pilas. No existe nada más placentero, más potente, más contagioso que la sonrisa de un bebé, y aún más si este bebé es tu propio hijo.

Lee el articulo completo en: GuiaInfantil.com
via http://www.guiainfantil.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario