Un beso es una expresión que muestra el cariño que sentimos hacia la persona que lo recibe. Y además esta acción tiene grandes beneficios para nuestra salud, tanto física como emocional. ¿Quieres conocerlos? ¡Sigue leyendo!
Beneficios físicos de la besoterapia
Los besos son capaces de ralentizar el proceso de envejecimiento, ya que tonifica los músculos de la mandíbula y de las mejillas, reduciendo así la flacidez, pues al fruncir los labios se activan cerca de 34 músculos faciales.
Cuando besamos a nuestra pareja, intercambiamos saliva, la cual puede prevenir las caries y la placa dentobacteriana. En la saliva se encuentra diversas bacterias protectoras que la transforman en un antiséptico natural, y además mejora las defensas.
Otra buena razón para besar es que previene el aumento de la presión arterial, reduce la hipertensión y evita la aparición del colesterol malo.
Y por si fuera poco, aquellas personas que suelen besar con frecuencia tienen menor probabilidad de sufrir problemas de vejiga o trastornos estomacales. También es una excelente forma de aliviar los síntomas del resfriado causado por alergias, pues los besos disminuyen la producción de histamina, responsable de este malestar.
Beneficios emocionales de la besoterapia
Besar ayuda a combatir el estrés, especialmente si el beso es en la boca. Cuando besamos a nuestra pareja, los labios envían señales al cerebro para producir oxitocina, la hormona de la felicidad, la cual brinda una sensación de placer.
Esta sensación puede aumentar si cerramos los ojos y respiramos profundamente durante el beso, pues el cerebro también emite endorfinas, que nos pondrán en un estado de relajación profundo.
Un beso también puede levantar el estado de ánimo. Si te sientes decaído, besar puede ayudarte a generar adrenalina y llenarte de energía.
¡No lo pienses más y regala muchos besos a tus seres queridos!
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