Cuando decidimos dar cariño a nuestros hijos, no tenemos limites, nos volvemos locas de amor por ellos y nos dejamos envolver por tremendo sentimiento que muchas veces nos lleva a besarlos de más en sus sonrosadas mejillas, frente, manitas y boca y casi a comerlos de tanto puro amor.
Lee el articulo completo en: GuiaInfantil.com
via http://www.guiainfantil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario