Como padres muchas veces tendemos a reprimir a nuestros hijos cuando se muestran extremos en demostrar una emoción: tristeza (si lloran desconsoladamente por algo que nosotros pensamos no tiene importancia), enojo (si gritan o hacen un berrinche), miedo (siempre tratamos de explicarles que es ilógico que lo sientan ante ciertas circunstancias) y hasta felicidad (si es que sus gritos o efusividad son exagerados)...
Lee el articulo completo en: GuiaInfantil.com
via http://www.guiainfantil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario