Estamos acostumbrados a soportar más ruido del que deberíamos permitir. De hecho, si tu entorno supera un ruido constante de 80 decibelios, sufres riesgo de pérdida auditiva o hipoacusia. No es tan difícil someter al oído a esta cantidad de decibelios. Para que te hagas una idea, pasear por una zona de tráfico intenso en una ciudad, puede superar este límite.
Lee el articulo completo en: GuiaInfantil.com
via http://www.guiainfantil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario