jueves, 22 de septiembre de 2016

La mejor protección para tu bebé después del parto

Todas las mamás y los papás nos hemos preguntado por qué nuestros bebés nacen recubiertos con una sustancia color blanca o grisácea. Esta se llama vérnix caseosa, cuya función es proteger a tu bebé después del parto.

 

La palabra “vérnix” viene del latín y significa “barniz; “caseosa” también viene del latín y significa “queso” (también es conocida como unto sebáceo).  La vérnix caseosa está compuesta de un 80% de agua, 10% de grasa y el 10% restante sin proteínas. Se le llama así porque, además de “barnizar” al bebé, su consistencia es similar a la del queso.

 

Esta sustancia comienza a segregarse alrededor de la semana 20 de gestación con el objetivo de proteger la piel del bebé de los posibles efectos irritantes del líquido amniótico, además de que le proporciona hidratación a sus tejidos.

 

Además, la vérnix caseosa contribuye a la formación de la piel del bebé, mantendiéndola aislada de la humedad del líquido amniótico. Otra de sus propiedades es que protege al bebé de diversas infecciones dentro del útero y por si fuera poco, facilita su deslizamiento a través del canal del parto.

 

No todos los bebés nacen cubiertos de esta sustancia, o unos presentan más que otros. La producción de vérnix caseosa disminuye a partir de la semana 36 de embarazo y desaparece cerca de la semana 41, por lo que en algunos niños podría ser muy escasa.

 

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¿Por qué es tan importante la vérnix caseosa después del parto?

 

Ya vimos el papel importante de la vérnix caseosa durante la gestación. Sin embargo, después del parto también cumple con funciones de vital importancia: la piel del bebé absorbe la vérnix caseosa, la cual le aporta hidratación y elasticidad, protegiéndolo de posibles quemaduras o dermatitis.

 

No sólo eso: la vérnix caseosa es la encargada de regular la temperatura del bebé después de su nacimiento, por lo que no es recomendable bañar al bebé inmediatamente después del parto, ya que dejaría de aprovechar las propiedades que esta sustancia tiene para él.

 

Así que ya sabes: no te asustes si tu bebé parece un polvoroncito: solo se trata de la mejor protección para él en el momento de su nacimiento.

 

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