La tendencia a compartir todos los momentos en exceso se ha incrementado en los últimos años a causa de las funciones más populares en nuestro celular, teniendo acceso a documentar todo con sólo apretar un botón. Actualmente, vemos un número sin precedentes de acontecimientos de la vida ordinaria que se desarrollan en tiempo real, lo que convierte cada experiencia nueva en un un momento digital.
Y claro, hay momentos que valen la pena guardar para siempre como los primeros pasos del bebé o su primer día de escuela, pero lo importante es nunca debemos olvidar “vivir el momento presente” y de educar a nuestros hijos a ser conscientes, atentos y a estar presentes, olvidándonos de la espontaneidad y naturalidad de las cosas. Dejemos que ellos vivan sin espectadores, que su infancia sea libre y guardemos momentos, pero sin olvidarnos de vivirlo en plena conciencia.
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