El niño más obediente puede ser el niño más infeliz. Tal vez nos parezca exagerado, pero no lo es. Todo depende del tipo de obediencia. Si el niño es disciplinado y sumiso por miedo a represalias, no será feliz. Si en cambio el niño obedece por respeto a los demás, podrá ser el niño más feliz del mundo.
Lee el articulo completo en: GuiaInfantil.com
via http://www.guiainfantil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario