¿Ser mamá te hace una mujer indecisa?

Como mujeres, decidir sobre nosotras es muy fácil en realidad: sabemos nuestras preferencias, manejamos bien nuestros horarios y sabemos muy bien cuándo decir “no”. No obstante, esto cambia cuando llega un bebé. Es normal que ocurra: ser mamá te hace una mujer indecisa.

Ocurre por el hecho de que no sólo decidimos ya por nosotras, sino por aquella personita que ha llegado a nuestras vidas y lo ha transformado todo.

Si antes había un horario establecido para todo, este podría cambiar en el siguiente minuto: si ibas a lavar la ropa, al bebé se le antoja una buena dotación de leche, o si esperabas tomar esa siesta vespertina que te cae tan bien, debes esperar las necesidades de tu pequeño. Esto te cambia tu estilo de vida y, como consecuencia, tus decisiones también.

Mamás indecisas: siempre buscando lo mejor

No significa que realmente sea algo malo, pues la misma indecisión es un indicador de que buscas lo mejor para tu bebé, aunque parezca no ser lo mejor para ti.

 

Si tus rutinas se han visto alteradas, puede que tu objetividad también: quizá soñabas con que tu pequeña fuera al ballet, pero has oído de otras mamás los beneficios de que los peques aprendan inglés lo más pronto posible.

También se refleja en la comida: ¿Cuál es la mejor dieta? Habías oído de los maravillosos prodigios de las manzanas, pero en un documental escuchaste sobre los beneficios del durazno. ¿Darle los dos? ¿No es mucha fruta para él?

¡El helado! ¿No será muy pequeño para el helado? Quizá se enferme. Y mejor que salga con chamarra y bufanda, tal vez llueva en cualquier momento… ¿Todo esto te suena familiar?

 

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Eres mamá indecisa...pero vas por más

Después de haberse roto la cabeza con un bebé, no falta la mamá indecisa a la que le guste cuestionarse acerca de tener otro pequeñito. Y las mismas dudas surgen como si fueran nuevas, aumentadas y remasterizadas.

Mamá indecisa: toma las riendas

Todo es cuestión de un poco de orden y ser firme. Como mamá indecisa, tengo que seguir una agenda y ponerme límites, lo que significa que no puedo hacer todo lo que deseo. No obstante, no tengo por qué sentirme culpable por eso.

En ocasiones nos cuesta tanto decidir, y muchas veces son nuestros pequeños los que tienen la respuesta a nuestros dilemas. Nos ayudan a tomar mejores decisiones y también refuerzan el vínculo que tenemos con ellos.

No te preocupes por ser una mamá indecisa. Nadie dijo que ser mamá fuera fácil. Esta etapa tal vez pase, o no pase nunca. Lo importante es que poco a poco tomes las riendas de las situaciones a las que te enfrentes con naturalidad. Al final, y sin darte cuenta, sabrás qué es lo mejor.

 

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