Cada etapa de desarrollo de un niño va unido a un tipo de juego. Y los expertos en el tema comentan que existen 4 grandes tipos de juegos.
El primero es el juego ejercicio que son todos aquellos que hace un bebé sin un sentido aparente como la cajita de música, el móvil de la cuna, el sonajero, etc. Buscan fomentar los sentidos: oír, morder, escuchar, ver, tocar, chupar. También se encuentra en este bloque de juegos aquellos en los que el bebé manipula con sus manos o necesita moverse de un sitio a otro, como es el caso de la pelota. Estos son los juguetes que todo niño al nacer debería tener a su alrededor para poder desarrollarse tanto en aspectos sensoriales, como manipulativos con las manos o desplazarse como gatear.
Otro es el juego simbólico que aparece a los 2 años, lo que habitualmente se conoce “como si…”: como si fuera mamá, como si fuera papá, como si fuera un príncipe, como si fuera una doctora… Son juegos que ayudan a los niños a recrean el mundo de los adultos, tratan de hacer activo lo que se ellos viven de forma pasiva. Ahí también entran los juegos de imitación como los disfraces, las muñecas, los coches, las marionetas.
El tercer juego es el de construcción, los bloques- Éstos permiten juntar piezas para construir un todo como rompecabezas, legos, construcciones tridimensionales de todo tipo, etc. Llega a la edad del juego simbólico, ya que la madurez los lleva a querer construir lo que imaginan.
El cuarto grupo de juegos son los que siguen reglas o instrucciones como tirar el dado, juegos de mesa, entre otros. Éstos llegan alrededor de los 5 años. Al principio son juegos con reglas muy sencillas de asociación, memoria, azar... y poco a poco, los juegos se van haciendo más complejos.
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