Sam, de ocho años, estaba emocionado. Se le acababa de caer un diente y soñaba con la llegada del Hada de los dientes. Así que buscó el mejor lugar: la almohada. Lo colocó con cuidado bajo su cabeza y a pesar de los nervios, consiguió dormirse.
Lee el articulo completo en: GuiaInfantil.com
via http://www.guiainfantil.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario