No se trata de magia sólo de crear un ambiente perfecto para que tu peque pueda dormir mejor. ¡Toma nota!
Implementa una rutina de sueño, que cuando lo lleves a la cuna no haya luz y de preferencia sólo una pequeña lámpara para que puedas observarlo. Esto sirve también para las siestas en las tardes.
Toma en cuenta que si sacas al bebé del cuarto donde normalmente duerme y ve luces prendidas, movimiento y demás cosas que llamen su atención, menos dormirá.
Una de las formas más sencillas para dormir a un bebé es ponerle ‘ruidos blancos’, que suelen calmar a los bebés y logra arrullarlos. También es opción utilizar sonidos de la naturaleza a un volumen considerable.
Un colecho seguro logra mantener más tranquilo a un bebé porque tiene cerca a su madre. El colecho facilita la sincronización del ciclo del sueño de la mamá y el bebé. Además lo ayuda a dormir más y con facilidad, en especial durante los primeros meses cuando se despierta a mitad de la noche.
Muchos bebés duermen con algún objeto que los tranquiliza como una manta u oso de peluche sólo lo tenga cuando duerme, así cuando lo vea o se lo des podrá relacionarlo con el sueño.
Si estás arrullando a tu bebé, intenta no verlo directamente a los ojos, porque su vínculo es tan cercano que verse de forma directa le resulta algo interesante y que obvio lo mantendrá despierto.
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