Una reciente investigación asegura que la inteligencia de los niños viene directamente heredada de los genes de la madre por dos razones principales. La primera es que los genes de inteligencia los lleva el cromosoma X — de las cuales las mujeres tienen dos y los hombres tienen sólo uno — lo que significa que las madres son más propensas a transmitir la inteligencia en su descendencia que los padres. Además, los científicos han descubierto que estos genes, en cuanto a la función cognitiva avanzada, pueden ser desactivados automáticamente si no se heredan del padre. La base científica de este asunto reside, justamente en la existencia de “genes condicionados”, estos genes contienen algo así como una etiqueta bioquímica que proporciona información sobre su procedencia, y que incluso nos revela si estos genes serán activos o no en las células del hijo. Algunos genes condicionados solo se activan si proceden de la madre y en caso de que este mismo gen sea heredado por la vía paterna, no se activa. Aunque también hay otros genes que funcionan a la inversa: es decir, solo se activan si proceden del padre.
Esta investigación se llevó a cabo inicialmente con ratones y un equipo especializado para realizar el estudio, posteriormente, se entrevistaron a más de 12.000 jóvenes cada año desde 1994. Los investigadores analizaron una serie de otros factores que podrían haber contribuido a ello, pero se llegó a la conclusión de que el mejor predictor de la inteligencia era el CI de la madre del niño. Aunque es importante saber que sólo es de 45 y un 55% de la inteligencia viene escrita en los genes, el resto depende del entorno en el que crecen los niños y los estímulos que reciben.
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