La alimentación de la madre en esta etapa debe ser lo más variada posible y no es necesario privarse de ningún alimento, salvo que se compruebe que al consumir algún alimento en particular le ocasiona cólicos al bebé. En ese caso se suspende de manera intermitente este alimento.
Debe ser variada, ya que es importante que el sabor será distinto y eso determinará el sabor de la leche materna que ayuda al bebé a lograr una mejor aceptación de los alimentos complementarios luego de los 6 meses de lactancia materna exclusiva.
En cuanto a los nutrientes que no pueden faltar son: el hierro, calcio, ácido fólico y zinc. Además de ácidos grasos, especialmente omega 3,que es un componente muy variable en la leche materna, que se modifica en función de la alimentación de la mamá. Los alimentos recomendados son pescados grasos, aceites de oliva, frutos secos y derivados de la soja, que ayudan al desarrollo cerebral y de la retina del recién nacido.
El consumo de líquidos es muy importante, porque la mamá al amamantar sentirá un poco más de sed, pero no es necesario forzar la ingesta, ya que así no aumenta la producción de leche. Lo ideal es que lo haga simplemente en función de la sed que tenga y lo mejor para ello es el agua.
Es recomendable limitar el consumo de mate, té, café o refrescos por su contenido en cafeína: no más de 1 taza de café al día. De esta manera, el nivel en la leche y en el plasma del lactante será bajo. Y también se evita que se acumulen concentraciones altas en el bebé, que favorece la presencia de síntomas como hiperactividad, insomnio o estar muy alerta.
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