Muchos papás los colocan así hasta que cumplen el año, pero es importante hacerlo basándonos en su peso, edad, estatura, modelo de auto y si va acompañado en la parte de atrás. Aquí te aclaramos varias preguntas:
Los expertos recomiendan mantener la silla de auto de tu bebé orientada hacia atrás hasta que alcance la altura y el peso máximos establecidos por el fabricante del asiento. Aunque algunos lo hacían hasta ue cumplía 1 año de edad; en 2011, la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés), cambió su recomendación.
Dicha organización demostró que los niños menores de 2 años, que viajan en asientos orientados hacia la parte de atrás del auto, tienen 75 por ciento menos de posibilidades de fallecer o de resultar heridos en caso de un accidente automovilístico.
Ahora tanto la AAP como la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA por sus siglas en inglés) recomiendan que los niños deben ir en asientos infantiles del auto orientados hacia atrás hasta que no quepan en ellos.
Los niños muy pequeños son especialmente más propensos a lesiones en la cabeza y la espina dorsal, porque sus huesos y ligamentos aún se están desarrollando. Sus cabezas son también proporcionalmente más grandes que sus cuellos, así que su sistema de soporte estructural es poco firme.
Los asientos infantiles orientados hacia atrás brindan la mejor protección para la cabeza, el cuello y la espina dorsal, y previene que la cabeza del bebé salga disparada hacia el frente en caso de un desafortunado accidente.
Aunque las muertes causadas por choques automovilísticos en niños menores de 12 años han disminuido considerablemente (un 45 por ciento menos entre 2000 y 2010), estas siguen siendo la principal causa de muerte entre niños de 1 año en adelante.
Así que si tu peque sobrepasa el límite de peso y estatura de su asiento orientado hacia atrás, tienes la opción de cambiarlo a un asiento convertible, que permita un mayor peso y estatura. De ese modo lo puedes dejar en el asiento orientado hacia atrás por más tiempo, y cuando esté listo para viajar con la silla orientada hacia adelante, todavía cabrá en el asiento convertible.
Si el asiento de un niño pequeño está orientado hacia atrás, el niño puede doblar sus piernas. Ellos son muy flexibles, así que no te preocupes. Eso les preocupa a muchos padres, ya que piensan que va incómodo o peor aún, que sus piernas pueden lesionarse gravemente en caso de un choque. Sin embargo, eso no sucederá, según los expertos.
Cuando los asientos infantiles para el auto están orientados hacia atrás, no son solo más efectivos en prevenir heridas fatales (además aquellas que causan invalidez) sino que además protegen mejor sus brazos y piernas.
"Si la silla infantil para el auto está orientada hacia adelante y sucede un accidente, las piernas y los brazos del niño pueden salir disparados hacia el frente y tienen más probabilidades de salir lastimados", explica Ben Hoffman, un reconocido especialista en Estados Unidos en la prevención de lesiones y pediatra en el Hospital Infantil Doernbecher, en la Unviersidad de Salud y Ciencia de Oregón.
"Cuando los asientos infantiles están orientados hacia atrás, las probabilidades de que los brazos y las piernas del niño se lastimen son mínimas (menos de un caso por cada 10,000)", comenta Hoffman.
Así que por más incómodo que parezca tu hijo en un asiento infantil orientado hacia atrás, esta es la posición más segura. Siempre y cuando los niños cumplan con los requisitos de peso y estatura establecidos por el fabricante de la silla, lo más probable es que también estén cómodos. Incluso muchos niños que pesan 16 kg o incluso 2 y miden hasta 124 cm, aún caben en asientos infantiles orientados hacia atrás.
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