Miryan Blázquez, una mujer que viven en Santa Coloma de Gramenet, estaba divirtiéndose con su hijo en la piscina municipal de Can Zam cuando los socorristas le llamaron la atención por amamantar a su hija de ocho meses en el agua, según ella, alegando que era "antihigiénico". La mujer denunció en la red social Facebook las "malas formas" en las que se dirigieron a ella y reivindicó su derecho a dar de mamar en cualquier momento y lugar. La empresa que gestiona la piscina, por su parte, explicó que los socorristas "se limitaron aplicar la normativa vigente por la que se prohíbe comer o beber en las zonas de baño".
"Estaba dentro de la piscina, en una zona en la que el agua me llegaba poco más arriba de la cintura, a la sombra y la niña me pidió de comer y decidí darle el pecho allí que dejarla llorando hasta llegar a la toalla", explica Miryan. Su publicación en Facebook obtuvo miles de reacciones y fue muy compartido. "No paraban de gritarme. No me di por aludida y me hicieron gestos con las manos. Me dijeron que el bebé podía vomitar y le daría asco a los usuarios"
La compañía insiste en que están a favor de la lactancia materna y la incentiva en cualquiera de sus instalaciones.
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