lunes, 26 de marzo de 2018

Cómo curar las heridas de tu bebé

Los niños se lastiman a menudo. Afortunadamente, casi siempre se trata de pequeños rasguños debido a sus deseos de explorar y de tocarlo todo. 

 

También es importante consolarlo: si le hablas y lo tranquilizas será más fácil que colabore y se deje curar. Por último, no bajes la guardia: la mejor prevención para evitar que se accidente es no dejarlo nunca solito. 

 

Heridas:

 

1. Si tu hijo se ha hecho una herida, ya sea una cortada o un raspón, el primer paso es limpiarlo bien.

2. Lo mejor es poner la lesión bajo el chorro de agua y lavarla con jabón.

3. Si la herida sangra, la debes presionar con una gasa.

4. Cuando se pare la hemorragia, aplica un antiséptico. Luego puedes poner una vendita adhesiva.

5. Si tiene tierra u otros cuerpos extraños, quítalos con unas pinzas esterilizadas con alcohol.

6. Por último, ponle antiséptico en la lesión y déjala al aire.

 

 

Golpes:

 

1. Aplica frío en la zona con hielos envueltos en un pañuelo o un trapo limpio mojado.

2. Si se golpeó en la cabeza, obsérvalo durante 24 horas y llévalo a urgencias si notas que está raro: somnoliento, desorientado.

 

Lo que no te puede faltar en el botiquín:

 

1. En casa debes tener a la mano una serie de productos y utensilios para realizar curaciones básicas: alcohol, agua oxigenada y un producto antiséptico (isodine, merthiolate...); algodón, gasas y vendas; tela adhesiva y venditas de distintos tamaños; pinzas y tijeras.

2. Guárdalo todo junto en un lugar accesible, pero fuera del alcance de los niños. Lo mejor es que compres un armario-botiquín y lo cuelgues en la pared.

3. Revísalo periódicamente para reponer los productos agotados o que hayan caducado.






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