En México, la falta de legislación sobre la gestación subrogada en la mayor parte del país hace que exista un abismo legal. De hecho, sólo cuatro territorios mexicanos hablan de gestación subrogada en su sistema legal y son:
Tabasco, donde sólo se permite la gestación subrogada altruista para parejas heterosexuales.
Sinaloa donde la ley la permite a parejas heterosexuales siempre que exista una incapacidad médica.
Coahuila y Querétaro, donde está prohibida.
Ciudad de México, donde existe es una propuesta de ley centrada en asegurar los derechos de filiación de los padres intencionales.
Tras la reforma de la ley, actualmente tanto en Sinaloa como en Tabasco solo pueden acceder a la gestación subrogada los ciudadanos mexicanos, es decir que actualmente en México no está disponible para extranjeros. El resto de estados no tienen regulación, por lo que no está ni prohibida ni permitida, hay un vacío legal, así que los padres de intención y la gestante no están amparados por la ley.
Entre algunos de los requisitos, aunque éstos varían de un estado a otro, es que la pareja debe ser heterosexual, la madre que desea tener un bebé debe comprobar que medicamente no puede y no tener más de 40 años. Deben contratar un seguro médico y la madre que alquile su vientre debe tener entre 25 y 35 años.
El precio del tratamiento, como en cualquier país, depende de las necesidades de cada uno y de los imprevistos que puedan surgir. Por ejemplo, si se requiere de donante de óvulos, o se trata de un embarazo múltiple, etc. el tratamiento será más caro. Así que aproximadamente se calcula que un tratamiento de gestación por sustitución en México cuesta entre 900 mil pesos y más del millón de pesos.
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