Con la llegada de la primavera y verano también las altas temperaturas que, por ser en ocasiones extremas, se deben tomar algunas precauciones para prevenir que afecten la salud, principalmente en niños o mujeres embarazadas.
Cuando se presentan días muy calurosos es importante estar atentos a cualquier síntoma que aparezca tanto en tí misma, como en tu familia, ya que las altas temperaturas pueden ocasionar algunos trastornos que, de no atenderse lo antes posibles, pueden tener consecuencias graves. Aquí te decimos los más frecuentes, que sin duda son importantes razones para tomar medidas contra el calor.
1. Deshidratación. Caracterizada por una sed intensa debido a la pérdida excesiva de líquidos y electrolitos, así como por sudoración excesiva, pulso débil, dolor de cabeza, vómitos, piel pálida, húmeda y respiración superficial.
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2. Calambres. Si se realiza actividad física o deportes a temperaturas ambiente superiores a 38 grados pueden aparecer esta clase de calambres, que son espasmos dolorosos en los músculos debido a la pérdida de sales y electrolitos o a un exceso de ejercicio en las piernas y muslos.
3. Insolación. Se produce cuando una persona pasa algún tiempo bajo los rayos del sol y comienza a presentarse deshidratación, dolor de cabeza, debilidad, dificultades respiratorias, piel húmeda y fría, así como vómitos.
4. Golpe de calor. Si la temperatura de una persona sube de los 40 grados centígrados y presenta síntomas como debilidad, dolor de cabeza, mareo, taquicardia, deshidratación y enrojecimiento de la piel , debe atenderse de inmediato o puede ocasionar incluso la muerte.
5. Síncope. Es un trastorno caracterizado por síntomas como visión borrosa, tambaleo, náuseas y vómito o desmayo ocasionado por la elevada presión sanguínea y la falta de oxígeno en el cerebro, seguido de palidez, sudoración, manos y pies fríos.
En cada uno de los casos es importante atender los primeros síntomas, ya que de lo contrario puede ser severas las consecuencias tanto en niños como en mujeres. Para prevenir cualquiera de estos padecimientos, se recomienda tomar abundantes líquidos, limitar la exposición directa a los rayos del sol, usar ropa holgada y fresca, lentes, gorras o sombreros, así como el uso de protector solar y tener una alimentación rica en frutas y verduras. ¡Cuídate y cuídalos!
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